Kosovo

Kósovo CRS

CRS y personal de la Asociación Nacional de Educación Católica y participantes de Fronteras de Justicia (Frontiers of Justice) de pie con Avdi Azemi, un maestro del inglés que trabajó con sus estudiantes para escribir y presentar cuatro obras de teatro acerca de realidades sociales en Kósovo, como el tráfico humano. Foto de Neal Deles/CRS

Kosovo fue parte de Yugoslavia y ocupó los titulares de la prensa a finales de los noventa cuando las tensiones entre las divididas comunidades de albaneses y serbios estallaron en abierto exterminio y guerra étnica. En 1999, fuerzas serbias y yugoslavas invadieron la provincia para aplastar a los separatistas albaneses, a lo que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) respondió con ataques aéreos. El conflicto de Kosovo dejó miles de muertos y desplazados.

Durante lo peor de la lucha, Catholic Relief Services (CRS) instaló campamentos para refugiados en Macedonia y Albania, donde acomodó a miles de kosovares que escapaban de los combates. Tras el cese al fuego, en junio de 1999, CRS retornó a Kosovo con los refugiados, para encontrarse con una sociedad destruida y profundamente dividida étnicamente.

Hoy, en continua inestabilidad política y económica, CRS trabaja con sus socios en Kosovo para restaurar la paz entre los jóvenes serbios y albaneses, evitar la trata de personas y reducir la deserción escolar de las niñas en las comunidades en riesgo.

Trabajo de CRS en Kosovo

En el incierto y frecuentemente volátil ambiente de Kosovo, el trabajo de CRS se concentra en educación, prevención de conflictos y detención de la trata de personas. En asociación con Cáritas y otras organizaciones no gubernamentales, CRS participa de los siguientes programas:

Prevención de la trata de personas

Kosovo es fuente, tránsito y destino de mujeres y niños que son capturados con propósitos de explotación sexual. En el pasado la mayoría de las víctimas procedía de Moldavia, Rumania y Rusia. En la actualidad se agrega un creciente número de víctimas kosovares, algunas muy jóvenes, hasta de 12 años.

CRS se ha unido a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés) para financiar la Alianza contra la Trata de Personas (PATH, por su sigla en inglés) en Kosovo. Este proyecto crea conciencia entre las muchachas —que son el segmento más vulnerable— acerca de la trata de personas, que incluye: prostitución, esclavitud y matrimonios forzados. En 2007, PATH publicó el primer estudio amplio acerca de la percepción pública de la trata de personas en Kosovo, el cual reveló que la mayoría de los kosovares ignoraba que su provincia fuera un centro de la trata de mujeres. En septiembre de 2007, PATH ayudó a organizar mesas redondas con expertos, como policías locales, funcionarios públicos, educadores y trabajadores sociales para asistir al gobierno en sus esfuerzos contra la trata de personas y promover la conciencia del público al respecto.

Construcción de la paz entre jóvenes

Existe una larga historia de conflictos entre albaneses y serbios en Kosovo. La falta de empleo y la sensación de aislamiento conducen a la violencia, sobre todo en la étnicamente dividida ciudad de Mitrovica, donde los adolescentes son atraídos por el extremismo. El Centro de Capacitación Juvenil de Cáritas Kosovo en Mitrovica alienta la colaboración entre grupos multiétnicos. Con su programa Empleos por la Paz, jóvenes desempleados aprenden oficios, elaboran currículos y cumplen períodos de práctica que los pueden llevar a obtener empleos de tiempo completo.

En alianza con USAID, CRS implementa un proyecto de tres años llamado Jóvenes Aseguran el Futuro que conecta muchachos de 26 escuelas secundarias, en base a criterios étnicos, para que se unan a resolver problemas y jugar un papel activo en la comunidad. Financiados por pequeñas donaciones, adolescentes de las comunidades serbias y albanesas han creado periódicos escolares, manejado estaciones de radio estudiantiles y participado de consejos juveniles multiétnicos.

Reducción de la deserción escolar de niñas marginadas

El programa de educación de gitanos busca asegurar que las niñas de estos grupos, tradicionalmente marginadas en Kosovo, permanezcan en la escuela. CRS y la Unión de Asociaciones de Padres y Maestros de Kosovo, con apoyo de la UNICEF, trabajan con el ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología para abordar la deserción escolar de las niñas romaníes, ashkalis y egipcias, logrando que 130 retornaran a clases en 2006–2007.

Historia de CRS en Kosovo

Kosovo ha estado bajo administración de las Naciones Unidas y la OTAN después de los 78 días de ataques aéreos encabezados por la OTAN que frenaron la represión serbia contra los separatistas albaneses en 1999. En abril de 2007, el enviado de las Naciones Unidas, Martti Ahtisaari, recomendó que se le concediera la independencia bajo supervisión internacional, propuesta apoyada por los albaneses, los Estados Unidos y Europa, y rechazada por Serbia y Rusia.

CRS comenzó sus operaciones en Kosovo en 1994. Por su reputación mundial como agencia de ayuda, CRS obtuvo un respaldo financiero significativo para atender necesidades humanitarias inmediatas. En el punto más activo de respuesta a la emergencia, CRS tuvo un personal de más de 400 personas en Kosovo.

Aún concentrada en ofrecer alimento, alojamiento y cuidado médico a los refugiados que regresaban, CRS simultáneamente desarrolló estrategias para reconstruir una sociedad más justa y en 2001 promovió un programa de cooperación pacífica entre los pueblos.

Desde que CRS llegó a Kosovo, tras la crisis de 1999, incrementó su participación en muchos lugares, restaurando la confianza y la esperanza en las divididas comunidades albanesas y serbias, tendiendo puentes para superar las divisiones étnicas y religiosas.