WASHINGTON D.C, 10 de febrero de 2021- El obispo Mario E. Dorsonville, obispo auxiliar de Washington y presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), el obispo David J. Malloy de Rockford, presidente del Comité de Justicia y Paz Internacional de la USCCB, y Sean Callahan, presidente ejecutivo de Catholic Relief Services (CRS), han solicitado formalmente que el gobierno del presidente Biden otorgue un Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) de 18 meses a personas de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua—países centroamericanos recientemente devastados por los huracanes Eta e Iota en noviembre.
Según la ley de los Estados Unidos, TPS es una protección de inmigración temporal y renovable que permite a las personas permanecer y trabajar legalmente en los Estados Unidos durante un período en el que se considera inseguro que regresen a su país de origen, debido a ciertas condiciones, incluido un desastre ambiental.
En su carta con fecha del 10 de febrero de 2021, el obispo Dorsonville, el obispo Malloy, y el Sr. Callahan declararon:
“Los recientes huracanes Eta e Iota han devastado comunidades en Centroamérica. Además de brindar ayuda humanitaria a las poblaciones necesitadas, Estados Unidos tiene la responsabilidad moral de brindar protección humanitaria temporal a los extranjeros de estos países que se encuentran actualmente en los Estados Unidos. Sin duda, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala se enfrentan a las secuelas de un desastre ambiental. Por lo tanto, exhortamos al gobierno a designar TPS para estos países por un período de 18 meses. Las condiciones actuales impiden que los ciudadanos extranjeros regresen de manera segura y la gestión de su regreso solo se sumaría a los desafíos existentes. Esto se agrava con la pandemia de COVID-19 en curso, que ejerce una presión adicional sobre los recursos limitados en el terreno e impone una capa adicional de complicación para el regreso”.
“Como estadounidenses, sabemos que esta respuesta está respaldada por los valores, las leyes y los ideales que este país aprecia; y como cristianos, estamos llamados de una manera especial a hacer esta petición. Por lo tanto, nos unimos a las personas de fe en todo Estados Unidos para orar por una pronta recuperación de estas devastadoras tormentas y una respuesta humana a los afectados por ellas”.
Lea el texto de la carta completa.
