Jimmy Largaespada

Jimmy Largaespada.

Jimmy Largaespada. Foto de Rene Galdamez/CRS

Soy ingeniero agrónomo, casado, con 2 hijos. Voy a cumplir dos años de trabajar en CRS, en el proyecto regional café en Nicaragua, como asesor técnico para Diseño, Monitoreo y Evaluación.

¿Qué te llevó a interesarte por este trabajo con los pobres? ¿Qué te atrae de este trabajo? ¿Es solo un trabajo para ti o una vocación?

Las dos cosas, en principio uno busca un trabajo para sustentar sus necesidades, pero gracias a Dios, lo pone donde uno se siente satisfecho entre la profesión y el aporte social que uno brinda a sectores vulnerables.

¿Qué podría contarnos acerca de su trabajo en Catholic Relief Services?

Uno siempre cree que ya lo sabe todo, pero se da cuenta que donde uno llega siempre hay algo que aprender. En CRS he aprendido nuevas metodologías y enfoques que han reforzado mi experiencia laboral.

¿Qué hay en el trato con las personas pobres o el trabajo con ellas que te transforma? Estoy presumiendo que una experiencia como la de CRS cambia a uno.

En Nicaragua hemos sufrido terremotos, guerras, huracanes. Un periodo de revolución que nos llevo a los estudiantes a la alfabetización, cortes de café y algodón junto a campesinos, brigadas de ayuda a damnificados, etc. Todo esto despertó en nuestra generación una gran sensibilidad y conciencia social de solidaridad que muchos jóvenes de otros países no.

¿Te sobrecoge a veces la emoción, o te sientes abrumado por las dificultades del trabajo?

Creo que ninguna de las dos, ahí sus periodos picos y sus momentos de satisfacción por lo que uno hace, pero la meta de crear base de desarrollo es algo que uno ya comprende que es de ladrillo en ladrillo.

¿Cuál crees que es la mejor manera para las personas que no trabajan directamente con los pobres, de aliviar su sufrimiento?

Sus contribuciones voluntarias. Unos hacen otros ayudan.

¿Qué es lo más sorprendente que has aprendido de los pobres?

Su humildad ante la vida. Son lo que son y luchan por lo que quieren para sus hijos sin amarguras ni ambición dañina.

¿Crees que estamos avanzando? Algunas veces se siente como si nada estuviera cambiando.

Creo que estamos avanzando. Y el escenario de un mercado mundial demandante de cada vez mayores productos alimentarios, es una oportunidad para los países pobres productores, donde el campesino ya tiene el cultivo y la tierra, solo necesita los recursos de apoyo para su desarrollo.