Por Laura Sheahen
“Ayer me ofrecieron un vaso de agua de río turbia”, cuenta Lisa Beyl, una encargada de programa de Catholic Relief Services en el norte de Pakistán asolado por las inundaciones. “Parecía lodo. Es el agua más sucia que he visto en mi vida”, recuerda.
“No puedo creer que la gente consuma esa agua, pero lo hacen por necesidad”, agrega.
CRS responde a las inundaciones del mes de julio del 2010 en Pakistán con paquetes que contienen recipientes con agua, tabletas de purificación de agua, jabón, detergente, toallas y utensilios de cocina. Foto de CRS
Niños recogen agua para beber en una zona afectada por las inundaciones en el norte de Pakistán, donde los ríos crecidos han destruido las tuberías de agua, junto con viviendas, carreteras y puentes.
Mientras continúan las lluvias sobre el anegado país, cientos de miles de pakistaníes han abandonado sus hogares. Peor aún, carecen de acceso a agua potable.
“Tenemos que tomar el agua del rio, pero es tan sucia. No tenemos otra opción porque las inundaciones dañaron nuestras fuentes de agua potable y se llevaron las tuberías”, expresa un residente del pueblo de Besham cuya vivienda y terreno fueron arrasados. “Mi familia se está enfermando. Hoy llevé a mi hijo de 15 meses al hospital con diarrea y fiebre alta. Si no se resuelve el problema del agua, no sé qué haré”, agrega el hombre.
Catholic Relief Services prepara paquetes que incluyen tabletas de purificación de agua para miles de personas que carecen de acceso a agua potable. “Le decimos a la gente que filtre el agua con una tela y luego la trate con las tabletas de purificación de agua”, explica Carolyn Fanelli, representante interina de CRS en Pakistán. Estos paquetes incluyen utensilios de cocina para hervir el aguay sales de rehidratación oral para quienes sufren de diarrea.
CRS también se dirigirá a la raíz del problema: las tuberías dañadas. CRS ha acumulado años de experiencia en la construcción de acueductos en regiones montañosas del norte de Pakistán, donde asistió a las aldeas luego de que el terremoto de 2005 destruyera las tuberías. “Unos 100 acueductos en las regiones de Kohistan y Shangla están dañados”, informa Fanelli.
Niños recogen agua para beber en una zona afectada por las inundaciones en el norte de Pakistán, donde los ríos crecidos han destruido las tuberías de agua junto con viviendas, carreteras y puentes. Foto de CRS
“Estamos en el proceso de reparar cinco ahora mismo, uno de los cuales está casi terminado”, agrega. En las próximas semanas los ingenieros de CRS repararan más. “Los aldeanos vienen diariamente a la oficina de CRS en busca de ayuda para reparar sus acueductos”, cuenta Fanelli.
CRS ya ha distribuido los paquetes a cientos de personas en Beluchistán. La próxima semana, CRS distribuirá más de 1,500 paquetes de higiene y albergue a familias desamparadas en las aéreas de Swat, Shangla y Kohistan. Estos paquetes contienen láminas plásticas para albergues, utensilios de cocina, esteras de cama, jabón y otros artículos, además de tabletas de purificación de agua y sales de rehidratación oral. Prevenir las enfermedades propagadas por el agua es clave, antes de que ocurran brotes masivos.
“Esta agua sucia es muy peligrosa”, dice el residente de Besham. “El problema no nos afecta solo a mí y a mi familia, nuestra comunidad entera sufre por la falta de agua potable”, agrega.
Laura Sheahen es encargada regional de información de CRS para Asia, con su oficina en Camboya.
