Una Oración Por Los Mártires Jesuitas de El Salvador
Señor amoroso y misericordioso,
Después de tu resurrección, llamaste a tus amigos a tu alrededor y les diste esta comisión:
“Ir por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda la creación.”

Un grupo de campesinos de Jayaque, El Salvador canta una versión salvadoreña de el canto “Venceremos” durante una ceremonia en la Casa Presidencial. El evento confierió el más alto honor de El Salvador a los mártires jesuitas asesinados por el ejército salvadoreño en 1989. “Venceremos” bien podría haber provocado su asesinato durante la guerra civil de 1980 a 1992. Foto por cortesía de T. Michael McNulty, SJ para CRS
Tú nos has enviado a predicar a sanar a bautizar a caminar con aquellos en la oscuridad y llevar el testimonio gozoso de tu resurrección.
Y así hemos pasado a través de todas las generaciones al encuentro a bendecir a tu pueblo tus hijos más olvidados.
Y para muchos, ese camino los ha llevado al peligro a la hostilidad a tierras asoladas por la guerra por la enfermedad, la discordia y la hambruna. Para algunos, el camino los ha llevado hasta el Calvario a morir la muerte del mártir como lo hiciste tu en el testimonio más amoroso.
Con agradecimiento especial, recordamos a estos beatos hermanos y hermanas en particular, recordamos a los mártires jesuitas de El Salvador
Cuyos nombres pronunciamos ahora con honor reverente:
Ignacio Ellacuría Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes Juan Ramón Moreno Amando López Joaquín López y López, Elba Ramos Celina Ramos
En una época en que la división intentó desplazar a la comunión cuando la violencia trató de superar la paz cuando el miedo intentó expulsar al amor y cuando la tiranía aspiró a conquistar la libertad ellos se mantuvieron de pie en una tierra que lleva tu nombre, nuestro Salvador. Y dijeron: “No, el nombre de Dios aún se hablará aquí y su Evangelio prevalecerá.”
Que nuestras vidas honren a aquellos que caminan contigo y permanecen firmes en tales tiempos. Oramos por ellos, por aquellos con los que caminan, por aquellos de los que hayan sido testigos. Y oramos para que los que mueren como lo han hecho, mueran contigo, resuciten contigo, vivan contigo por siempre en la plenitud de tu gloria.
Amén
Por Edward Hoyt
Para descargar una copia de la oración en formato PDF hacer clic aquí