Cinco razones para no castigar a refugiados sirios

Cinco razones para no castigar a refugiados sirios

A pesar de la difícil situación en la que se encuentran, todavía muchas personas apoyan el  rechazar a los refugiados que huyen de la guerra civil en Siria y que buscan refugio en los Estados Unidos y Europa. CRS presenta cinco razones para apoyar a estos refugiados.

Por Nikki Gamer 

Refugiados sirios esperan en fila mientras la Cruz Roja reparte alimentos en Belgrado, Serbia. De aquí irán en autobús a Kanjiza, la última parada antes de llegar a la frontera con Hungría. Foto de Kira Horvath para CRS.

Refugiados sirios esperan que la Cruz Roja reparta alimentos en Belgrado, Serbia. De aquí irán en autobús a Kanjiza, la última parada antes de llegar a la frontera con Hungría. Foto de Kira Horvath para CRS.

  1. Los refugiados no son ISIS

De hecho, son nuestros aliados en la lucha contra ISIS – el denominado Estado Islámico de Irak y Siria– ya que ellos también son víctimas de su violencia. Eso es de lo que están huyendo. Lo que vimos en París, tan horrible como lo fue, fue sólo una pequeña muestra de la violencia que es parte de la vida cotidiana de las personas en gran parte de Siria, Irak, y otras partes del Medio Oriente. Es por eso que están abandonando sus hogares.

Desde que la guerra civil siria comenzó en el 2011, se estima que más de 250,000 personas han muerto. Innumerables viviendas y lugares de trabajo han sido destruidos. Los refugiados que llegan a Europa han relatado en horrible detalle las atrocidades de las que fueron testigos en su tierra natal. Como una madre nos dijo, “Usted no pondría a un niño en este barco a menos que sea más seguro que su hogar. Imagínese esta desesperación. No tenemos nada que perder.”  Estas personas no deben ser culpadas por las acciones de un grupo marginal extremista como ISIS. En todo caso, los ataques de París deben aumentar nuestra compasión por su difícil situación.

  1. Los refugiados sirios que llegan a los Estados Unidos son examinados cuidadosamente

Ellos son examinados con mayor rigor que cualquier otro grupo que llega aquí, como los estudiantes, personas de negocios o turistas. El proceso de inmigración para los refugiados sirios que entran a los Estados Unidos puede llevar de 18 a 24 meses. Cada paso en ese proceso involucra una investigación intensa por numerosas agencias federales, incluyendo el Departamento de Estado de los Estados Unidos y el Departamento de Seguridad Nacional. Es un proceso mucho más riguroso que lo que vemos durante la afluencia actual en Europa.

Incluso en Europa, los que huyen de la violencia inimaginable en Siria ya han pasado meses, si no es que años, como refugiados en otros países anfitriones. Se les han tomado las huellas digitales y han sido fotografiados y revisados en varias fronteras. Para luego llegar a los Estados Unidos como un refugiado sería extremadamente difícil y ciertamente no sería la ruta elegida por alguien que nos desea daño.

  1. Debemos redoblar los esfuerzos para ayudar a los que siguen en el Medio Oriente y aceptar más refugiados sirios

Los países limítrofes con Siria han aceptado y protegido a millones de refugiados durante años, estirando sus recursos hasta el límite. Una de las mejores formas de contrarrestar la retórica extremista es continuar y ampliar la ayuda humanitaria a los refugiados sirios y los países que los hospedan, y al mismo tiempo aceptar significativamente más refugiados para su reasentamiento en los Estados Unidos – especialmente los más vulnerables quienes en ningún caso serán capaces de volver a casa.

Refugidos sirios hacen fila para recibir alimentos de la Cruz Roja en Belgrado, Serbia. Foto de Kira Horvath para CRS.

Refugiados sirios hacen fila para recibir alimentos de la Cruz Roja en Belgrado, Serbia. Foto de Kira Horvath para CRS.

  1. Este no es el momento para demonizar a personas inocentes y sembrar el miedo para obtener beneficios políticos

Si bien reconocemos las preocupaciones legítimas de seguridad, nuestros líderes y politicos deben entender que negarse a dar la bienvenida al extranjero y no trabajar juntos hacia una solución a esta crisis de refugiados sólo ayuda a nuestros enemigos. Comprendemos el miedo que muchos estadounidenses, incluyendo los miembros de nuestra población católica, tienen que la violencia sin sentido perpetrada en París, Beirut, y tantos otros lugares encontrará su camino aquí. Sin embargo, como seguidores de Cristo, no podemos permitir que nuestras actitudes y nuestras acciones sean superadas por este temor.

Especialmente hacemos un llamado a los candidatos a cargos públicos a no hacer demagogia con los refugiados para obtener beneficios políticos a corto plazo. Incluso cuando explican cómo responderían a las preocupaciones legítimas de seguridad, los candidatos no deben perder de vista nuestra responsabilidad colectiva de respetar y proteger a los más vulnerables. Estos no son nuestros enemigos. No debemos tratarlos como tal. Como dijo Eusebio Elizondo, obispo auxiliar de Seattle, WA y presidente del Comité sobre Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos: “Como una gran nación, los Estados Unidos debe mostrar liderazgo durante esta crisis y unir a las naciones para proteger a las personas en peligro y poner fin a los conflictos en el Medio Oriente.”

  1. El refugiado típico sirio es un niño o una mujer

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, de los aproximadamente 4.2 millones de sirios que viven en los países vecinos, más de la mitad son mujeres. Además, la mayoría de los refugiados sirios tienen menos de 17 años de edad, incluyendo casi 40 por ciento que son menores de 12 años. Cuando deberían haber ido a la escuela, en su lugar estaban experimentando los traumas de la guerra. Sus vidas han dado un vuelco total por causas ajenas a ellos. Ellos necesitan que se les ayude, no ser demonizados.

Los refugiados necesitan de tus oraciones y contribuciones. Para ayudar pulsa aquí:

Nikki Gamer es la Asociada de Comunicaciones de CRS para Europa, Medio Oriente y Asia Central. Tiene su sede en Baltimore, Maryland.