Elena McEwan

Elena McEwan

Elena McEwan es asesora técnica para el área de salud en el departamento de Apoyo a la Calidad de los Programas, en la sede central de CRS en Baltimore. Foto de Jim Stipe/CRS

Actualmente vivo en Baltimore, Maryland. Soy de Nicaragua y me gradué como médica pediatra. Comencé mi carrera en el Ministerio de Salud de Nicaragua. Mi primera atracción por la salud pública fue hacia áreas que me permitieran trabajar en comunidades rurales muy pobres que carecían de acceso a servicios médicos.

Por supuesto, en Nicaragua había pocos recursos en salud pública durante los años ochenta. Para obtener lo que necesitábamos debíamos coordinar con varias entidades: el ayuntamiento, el Ministerio de Educación, la iglesia católica local, y así. Debías encontrar maneras creativas de hacer tu trabajo. Construir esas relaciones era la parte divertida. Había mucha apertura y compromiso hacia la comunidad para ayudar a los necesitados.

Lo que definió mi carrera como profesional de la medicina fue mi trabajo en el servicio social. Para mí, fue el trabajo perfecto. Fui bendecida. El grupo de jóvenes del equipo de salud con el que comencé era apasionado con su trabajo y muy comprometido con ayudar a los pobres. Para mí, no es solamente el salario, el pago.

¿Qué podría contarnos acerca de su trabajo en Catholic Relief Services?

Vine a CRS en febrero de 2006 como asesora técnica en salud. Desde entonces, he ofrecido asistencia técnica a nuestros programas internacionales de salud materno-infantiles en Camboya y la República Democrática del Congo, y a proyectos de tuberculosis en Filipinas. Mi trabajo consiste en planificar sobre el terreno nuevos proyectos con nuestro personal y los socios, y compartir las mejores prácticas desde el campo con grupos de trabajo en el ámbito global.

He participado de diferentes grupos de trabajo para redactar directrices con el fin de promover la participación de las comunidades en la solución de problemas e integrar servicios de tuberculosis y VIH. Combatir la tuberculosis (TB) exige la participación de todos. En algunos países el tratamiento de la TB solo se ofrece en hospitales públicos, aunque uno tenga su médico privado. Pero algunas personas no quieren aceptar eso. Los usuarios tienen el derecho de decidir quién quieren ellos que los atienda y dónde ir en busca de tratamiento.

¿Qué la motiva sobre Catholic Relief Services?

Bueno, yo conozco a CRS desde que estaba en Nicaragua. En Nicaragua somos muy amistosos. Lo que realmente me llamó la atención de unirme a CRS fue su trabajo con socios. Es la mejor manera de trabajar en muchas comunidades porque, con frecuencia, los proveedores locales de servicios han estado ahí mucho antes de que llegaran las entidades de ayuda humanitaria y conocen mejor cómo responderá la gente necesitada. Con nuestros proyectos en colaboración, uno no siente como que hay una línea de supervisión. Es más bien una relación, una alianza. Realmente vine a CRS porque pensé que podía contribuir con la agencia y aportar mi experiencia en trabajar con socios, especialmente aquellos de otras creencias.

Con CRS, tenemos mucha experiencia en trabajar con una variedad de proveedores de servicios de salud públicos y privados. No hay muchas ONG que realmente tengan esta experiencia. CRS reconoce el valor de vincular a los proveedores públicos y privados con el fin de servir mejor a las comunidades que necesitan ayuda. Esta estrategia ayuda a identificar y acometer las barreras que dificultan el cuidado de salud.

¿De dónde es en Nicaragua? Cuéntenos acerca de su pueblo natal.

Del Departamento de Matagalpa, en la región nor-central. Es como un paraíso. Es pequeño. Era mucho más verde que ahora. Todo el mundo se conoce. La mayoría de mis compañeros de secundaria todavía está allí. Me encanta volver a casa y pasar tiempo de calidad con mi familia. Mi pueblo está en las montañas, pero a dos horas de camino ¡ya estás en la playa! Acostumbro a caminar en vez de tomar el autobús. Lo que más me agrada es ver a mis amigos que se muestran gozosos de volver a reunirnos. Usualmente nos encontramos para tomar una taza de café y conversar.