Congreso: ¡Ahora es el momento para proteger a los niños y familias vulnerables!

Congreso: ¡Ahora es el momento para proteger a los niños y familias vulnerables!

Antecedentes: Cada año, miles de niños de Centroamérica se embarcan en un peligroso viaje a los Estados Unidos, a menudo a merced de contrabandistas de personas y traficantes. La violencia extrema, la falta de oportunidades y el deseo de reunirse con miembros de su familia los obligan a viajar al norte, sin un padre o tutor.

Claudia y su familia viven en un pequeño pueblo de Honduras. Con la tasa de homicidios más alta del mundo y pocas oportunidades económicas, muchos jóvenes como Claudia se sienten obligados a emigrar. Claudia cultiva maíz y frijoles en el pequeño terreno afuera de la casa que comparte con su abuela, pero ha estado muy seco y no hay mucha producción. “Quiero más para mi hija. Quiero que vaya a la escuela y haga las cosas que nunca hice.” Claudia trató de reunirse con su madre, que vive y trabaja en los Estados Unidos, pero el viaje era peligroso, y finalmente fue enviada de regreso a Honduras. Foto por Óscar Leiva/Silverlight para CRS.

¡Tu voz se necesita ahora! Pónte en contacto con tus senadores y representantes y exhórtalos a tomar medidas para proteger a estos niños, e invertir en programas que fortalezcan a las familias, que apoyen el desarrollo económico y permitan a las familias vivir y trabajar con dignidad y seguridad en sus países de origen. La Iglesia Católica se mantiene firme en su compromiso con estos niños y sus familias, con base en los principios de la doctrina social católica. La Iglesia cree que todas las personas tienen derecho a migrar, pero también el derecho a vivir y trabajar con dignidad y seguridad en sus países de origen. El cuidado de los migrantes y refugiados es fundamental para nuestra fe. En los Estados Unidos, el Departamento de Servicios de Migración y Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ofrece bienestar infantil y protección a los refugiados, y otros servicios críticos a esta población altamente vulnerable. Y en Centroamérica, Catholic Relief Services y nuestros socios apoyan los programas de educación, liderazgo y capacitación laboral que ayudan a los niños a prosperar en sus comunidades de origen. Para obtener más información acerca de este tema, visita los sitios de internet de Catholic Relief Services y la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados .Unidos.

“El simple hecho de que algunas personas nacen en lugares con menos recursos o menor desarrollo no justifica el hecho de que están viviendo con menor dignidad. Tenemos que crecer en una solidaridad que “permitiría a todos los pueblos ser artífices de su destino”, ya que “toda persona es llamada a la autorrealización.”

Papa Francisco


 La siguiente es la versión en español de la carta que se hará llegar a tu representante. Lee cuidadosamente cuál es la petición y al final has clic al final de la carta para llenar tus datos y enviar tu petición (datos y carta en inglés)

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Estimado Senador(s)/Representante,

Como simpatizante de Católicos Combaten la Pobreza Mundial, una iniciativa de Catholic Relief Services y la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, escribo con gran preocupación por los niños y las familias que huyen de la violencia en Centroamérica. Le insto a apoyar medidas que aborden las causas principales que los obliga a huir.

Muchos niños en Centroamérica carecen de oportunidades educativas y económicas, y en última instancia, huyen a causa de la violencia de las redes criminales organizadas. La desintegración de la unidad familiar, causada por la falta de seguridad física y económica, ha ocasionado que los niños busquen refugio con familiares en los Estados Unidos.

La Iglesia Católica, a través de sus múltiples agencias de servicios sociales en los Estados Unidos, Centroamérica y México, está respondiendo a la difícil situación de estos niños sobre la base de los principios de la doctrina social católica y la protección internacional de menores y de los refugiados. La Iglesia cree que todas las personas tienen derecho a migrar, pero también el derecho a vivir y trabajar con dignidad y seguridad en sus países de origen.

A medida que trabaja en la asignación de fondos para el año fiscal 2016, le insto a:

  • Apoyar plenamente la solicitud del gobierno para la asistencia al desarrollo. Aproximadamente 500 millones de de dólares de lo solicitado podría aumentar las inversiones en Honduras, El Salvador y Guatemala. Para tener éxito, las inversiones de los Estados Unidos deben hacer frente a los desempleados, a los que se encuentran en familias desintegradas o que luchan para competir en la agricultura globalizada. Las actividades económicas deben ser conjuntas y simultáneas con el orden comunitario para garantizar un entorno propicio.
  • Interrumpir la violencia y ofrecer a los niños seguridad. Programas como Jóvenes Constructores, el programa de CRS financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés) en El Salvador, ayudan a los niños de las comunidades en manos de pandillas aprender valiosas habilidades para la vida y profesionales. El programa ha ayudado a más de 4,000 niños a encontrar trabajo y/o regresar a la escuela—por menos de 1,000 dólares por niño. Y el programa Alimentos para la Educación de CRS en la provincia de Intibucá en Honduras ha ayudado a más de 54,000 niños a permanecer en más de 1,000 escuelas. A un costo de 111 dólares por niño, la provincia ha logrado una tasa de asistencia del 90 por ciento (muy por encima de la media nacional). El gobierno quiere extender este programa en todo el país, pero carece de fondos.
  • Destinar adecuadamente el financiamiento. La Alianza para la Prosperidad, creada por los gobiernos del Triángulo del Norte y respaldada por los Estados Unidos, carece de objetivos e indicadores claros para mejoras en la educación y el empleo. Es imprescindible que nuestro gobierno fije metas, indicadores y puntos de referencia para hacer frente a las comunidades marginadas de Centroamérica en la actualidad.
  • Garantizar condiciones seguras para el proceso de reasentamiento de refugiados en el país en El Salvador, Honduras y Guatemala. Además, crear mecanismos para proteger a los niños que no califican para el programa, pero reúnen los requisitos de protección internacional.
  • Apoyar plenamente la solicitud del gobierno de que la Oficina de Reasentamiento de Refugiados reciba, coloque, y ofrezca servicios sociales y jurídicos a los menores no acompañados que buscan refugio en los Estados Unidos.
  • Oponer los esfuerzos del Congreso para despojar a cada niño de su derecho a un día en la corte y otras protecciones de la Ley de Reautorización para la Protección de Víctimas de la Trata de Personas.
  • Considerar alternativas de apoyo comunitario a la detención para las madres y los niños migrantes vulnerables.

Abordar de manera integral los factores económicos y sociales que provocan la migración es la única manera de ayudar a los niños a encontrar oportunidades en sus comunidades de origen. La Iglesia Católica continuará protegiendo a los niños que huyen a los Estados Unidos. Pero al mismo tiempo, entiendo que es esencial invertir en nuestros vecinos del sur para que puedan vivir con seguridad y dignidad. Después de todo, el desarrollo humano es la mejor manera de hacer realidad lo que la Iglesia Católica describe como el derecho a no tener que emigrar.

Creo que nuestro bendito país puede y debe seguir el llamado del Papa Francisco de dar la bienvenida y proteger a estos niños y sus familias. Gracias por su atención a mis preocupaciones.

 

Atentamente,

Simpatizante de CCGP

Gracias por leer la carta, ahora ingresa tus datos y envía tu petición aquí.

confrontglobalpoverty.org (en inglés) 1-866-608-5978 [email protected]