Los refugiados de Siria: Una herida que cala hondo

Los refugiados de Siria: Una herida que cala hondo

La incertidumbre y desesperación crece entre los miles de desplazados

Por Mari Barboza

Hace unos días, mi mamá me llamó de Perú. Estaba muy afectada porque había visto la imagen de Aylan, el niñito de Siria que se ahogó en las costas de Europa, cuya foto ha capturado la atención del mundo.

Mari Barboza, miembro del personal de CRS visita un campo de refugiados. Foto de CRS.

Mari Barboza, miembro del personal de CRS visita un campo de refugiados. Foto de CRS.

Aylan se parece mucho a mi hijo Will. Esta terrible tragedia me tocó de una manera muy personal cuando este verano viajé a Jordania y Líbano como parte de una delegación de Catholic Relief Services (CRS) donde vimos el trabajo que realiza esta agencia humanitaria y otros socios locales en pro de los refugiados de Siria a causa del Islamic State of Iraq and Syria (ISIS).

Mi visita con CRS cambió mi percepción del Medio Oriente. En los medios de comunicación sólo se ve el caos y la violencia. Sin embargo, durante dicho viaje aprendimos que la situación es mucho más compleja. Aprendimos sobre las dificultades que enfrentan los refugiados. Algunos de ellos provienen de familias de clase media, muy educados, pero tuvieron que dejar sus cómodas vidas por miedo a morir.

Vimos a muchos personas alzarse sobre esta difícil situación para realizar labores de servicio extraordinario. Nuestros socios de Caritas de Jordania y Líbano son de los equipos más profesionales que he visto. Lo que los distingue del resto es un sentido profundo de misión. Ellos no solamente están asegurándose que los refugiados tengan comida y abrigo sino también los ayudan a lidiar con los traumas vividos. Están contribuyendo a forjar una cultura de paz y tolerancia. Las Hermanas del Buen Socorro, con el apoyo de CRS, trabajan con los niños refugiados en el Valle del Beka, en la frontera con Siria.

2 refugees walking

Miles de personas llegan diariamente a los campos de refugiados. Foto para CRS.

“Antes los niños tiraban papeles en el piso. Ahora ellos limpian el patio de juegos. Les estamos enseñando a vivir juntos y a respetarse mutuamente”, dijo la hermana Micheline, directora del centro.

También nos habló de la participación de la comunidad. “Este pueblo sufrió 300 muertes en la Guerra con Siria, pero la comunidad los ha aceptado (a los refugiados). La gente les ha ofrecido terrenos. Estamos trabajando con el gobierno local para crear respeto”.

Las hermanas y la comunidad de voluntarios Libaneses impactarán en el largo plazo las vidas de estos niños. Las comunidades afectadas por la guerra están transformándose mutuamente y están creando nuevos paradigmas de respeto y tolerancia.

Después de esta experiencia, no es una opción pensar que esta situación no me afecta. Cuando regresamos a los Estados Unidos recibí una nota de parte de una maestra de Siria que trabaja en el centro: “Muchas gracias por su visita a mi gente de Siria este martes. Su visita les dio mucha esperanza que alguien está interesado en su situación en Líbano y piensa en ellos desde lejos. Su gesto de amor tocó mi corazón profundamente, que ustedes pusieran sus vidas en peligro para venir a escuchar y ayudar a la gente que sufre en esta guerra.”

Te invito a unirte a una respuesta: orando por los refugiados, contribuyendo financieramente si está en tus posibilidades y abogando para que sus necesidades encuentren respuesta y ellos logren un trato justo.

Finalmente, si algunos refugiados vienen a nuestro país y a nuestras comunidades dales la bienvenida. Aylan podría ser mi Will, podría ser tu hijo, nieto o sobrino.

La crisis migratoria se agudiza

De acuerdo con cifras oficiales, la crisis de Siria ha arrojado alrededor de 600,000 refugiados sirios e iraquíes que han encontrado albergue en tres países vecinos: Libia, Jordania y Turquía, aunque siguen arriesgando su vida diariamente ante el afán de llegar a Europa. Miles han perecido en su intento.

Catholic Relief Services (CRS) ha invertido unos 85 millones de dólares para asistir a los desesperados refugiados, entre los que figuran niños, adultos y ancianos. CRS y otros socios locales intentan responder a la situación de emergencia en Macedonia, Serbia, Albania y Grecia. Recientemente extendieron la ayuda hasta Croacia. Nuestros equipos buscan maximizar la ayuda con el recientemente anuncio de más fondos provenientes de donantes públicos que se sumarán a nuestros actuales programas.

La ayuda inmediata se basa sobre todo en proveer:  alimentos, agua potable, asistencia médica y servicios jurídicos. CRS ha exhortado a los Estados Unidos extender la asistencia humanitaria a los países de Oriente Medio y Turquía que durante años han albergado el mayor número de sirios e iraquíes, así como de los países agobiados por esta nueva migración.

Los refugiados necesitan de tu oración y contribución. Si deseas ayudar económicamente pulsa aquí.

Y de antemano, Muchas Gracias!

María (Mari) Barboza es representante de programa para relaciones globales y la comunidad hispana, en la oficina regional del noreste de CRS.

 

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